Instructores de vivencias en positivo
¿Alguna vez el miedo te ha paralizado?
A mi sí. Tanto, que me olvidé de mí y casi, casi renuncio a mis sueños. Esos sueños por los que me había formado durante tantos años y que me hicieron incluso enfrentarme a mi familia. Faltó muy poco.
En mi caso, el miedo se centraba en creerme lo que otros me decían y, sobre todo, lo que me “mal contaba” una persona a la que llegué a querer mucho. Sus palabras me hicieron sentirme muy pequeñita, y dudar de todo.
Quizás pienses que eso no puede sucederte porque tienes familia, amigos, pareja… Yo también los tenía y, además, me acompañaban con su apoyo incondicional. No sé quién lo pasó peor: si ellos, por la impotencia de no poder ayudarme; o yo, que estaba paralizada por el miedo.
Hace dos años y medio di un paso al frente y creí que con ese paso todo, todo estaba superado. Me mentía. Era un paso importante, el primero siempre lo es. Sin embargo era sólo un pequeño parche. Tenía que seguir dando pasos en la misma dirección.
¿Sabes qué necesite? A pesar de que soy terapeuta, precisé un “click” en mi cerebro, enfrentarme a un miedo mayor, poner foco, centrarme y romperlo literalmente.
En mi caso fue un anclaje rompiendo un bloque de hormigón de 5 centímetros de espesor con la palma de la mano.
Desde aquel día, supe que daba igual lo que otros dijeran, lo único que importaba era lo que yo creía dentro de mi cabeza.
Henry Ford decía: “tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, estás en lo cierto” y te aseguro que es la pura verdad.
Por eso, quise compartir con otros lo que sentí, de lo que me liberó y lo que me aportó. De ahí que montase los talleres “Vivir o Sobrevivir”… y ya van 3 ediciones desde entonces. La última tuvo lugar el pasado 1 de Febrero.
Muchos de los que ya lo somos, te acompañaremos…
Hay trenes en la vida que sólo pasan una vez. No te arrepientas el resto de los días diciéndote: “¿qué habría sucedido si me hubiera apuntado?”.