Inviven

Y al resto…acepta este consejo: mándalos a la mierda (fin de la cita).

Somos seres sociales (eso es más que evidente) y, por lo tanto, nos necesitamos los unos a los otros. Por eso es tan necesario que, para alcanzar el éxito, el entorno en el que te desenvuelvas sea el más adecuado.

Tu entorno lo compone las personas con las que interactúas cada día y aquello que experimentas.

Piensa por un instante en las personas de las que te rodeas en los últimamente; y después reflexiona cómo ha sido tu crecimiento en ese tiempo.

Las personas que te rodean suelen ser en las que más confías.  Sin embargo, hasta la persona en la que más confías del mundo puede convertirse en un ladrón de tiempo en cualquier momento, distraer tu atención y hurtarte tu productividad. 

Puede que estas personas lo hagan de forma inconsciente en muchos casos. Pero, en ocasiones, lo van a hacer de forma muy consciente: debido a su nivel de dependencia y a su miedo a que tengas éxito y te vayas de su lado pueden llegar a usar el chantaje emocional contra ti.

Sea como fuere, son capaces de arrebatarte la posibilidad de  seguir con tu crecimiento personal sólo para no sentir que se quedan atrás. Así que no te confundas ni te pongas excusas: nadie que te quiera de verdad puede tratar de cortar tus alas.

Las personas de las que te rodeas influyen en tu actitud, en tu salud y en tu rendimiento. Porque somos seres que usamos la imitación para aprender. La actitud es muy contagiosa y se propaga con mucha facilidad. Y, por muy fuerte que te creas, es imposible evitar las influencias negativas que recibes.

Existe un concepto, que algunos investigadores denominan la  “espiral positiva de éxito”, y que consiste en el grupo de gente que te alienta y te empuja a seguir adelante para dar todo lo mejor de ti; gente que ve todo tu potencial y quieren que lo hagas realidad.

Quiero que cierres los ojos un momento y pienses en lo siguiente: qué tipo de noticias y de podcast escuchas; qué tipo de parejas has elegido hasta ahora; qué tipo de mentalidad tienen las personas de las que te rodeas; y qué creencias te inocularon tus padres desde tu infancia (te recomiendo que escuches el episodio “1×26. La madre que parió a Ícaro” para profundizar más en esta idea).

Sé sincer@ y valora cuánto te ha afectado todo sobre lo que has reflexionado y cuánto te ha restado.

Aquí van mis consejos de hoy para cambiar el rumbo:

• Abre los ojos y busca nuevos proyectos y oportunidades (estamos en un tiempo ideal para ello aunque no lo parezca).

• Acude al menos a cinco formaciones o conferencias al año.

• Lee biografías de gente que te estimule. Llegarás a la conclusión de que, si ellos pudieron y son gente de carne y hueso, tú también podrás.

• Aprende a decir “NO” a todas aquellas personas que te restan en tu vida. Lo políticamente correcto puede salirte muy caro en muchas ocasiones. Reserva tus “SI” para la gente con la que de verdad quieres estar.

• Sigue formándote a diario (al menos 15 minutos al día). Si piensas que no dispones ni siquiera de ese tiempo, es que te está haciendo más falta que el comer o el dormir.

Y, por favor: rodéate sólo de gente que te impulsen hacia arriba. Ellos nunca tendrán miedo de que tú sigas creciendo. 

Permite que te den “patadas en el culo” para seguir creciendo. Y, si no conoces a nadie que pueda hacerlo, yo tengo una zurda que ni el mejor “pichichi” de la liga.

Sigue creciendo y mejorando siempre.