Instructores de vivencias en positivo
“La valentía consiste en contar tu historia, no en ser inmune a las críticas”
Las críticas siempre llegan. Son inevitables. No puedes esconderte de ellas ni decir “a mí me la pela”. La valentía es dar un paso al frente cuando llegan.
En ocasiones, cuando estamos hundidos en la mierda, tenemos una gran oportunidad delante de nosotros y no siempre somos capaces de verla.
Ya sé que nadie disfruta tocando fondo. Pero es que, cuando te encuentras en esa posición, la única posibilidad es la subida.
Para lograr una revolución, también la tuya personal, es necesario destruir el estatus anterior y reconstruirlo modificado desde cero.
Gracias a este proceso, seremos capaces de alcanzar lo que se nos antojaba como imposible. Pero, para ello, tendremos que salir de nuestra zona de confort.
Salir de la zona de confort precisa de valentía. Valentía para aceptar el dolor. Cuando has tocado fondo y te sientes vulnerable, suele aparecer ese dolor. Muchos quieren luchar contra él sin darse cuenta de que existe la posibilidad de aceptarlo y abrazarlo.
De acunarlo hasta que se haga un poquito más pequeño. De manera que permanecerá ahí y podrás sentirlo como una incomodidad que te recuerde que no puedes seguir desaprovechando tu talento.
Sería algo parecido al dolor físico cuando realizas un ejercicio extenuante. Imagina la prórroga de un partido de fútbol. Todos tus músculos se quejan debido al esfuerzo pero lo aceptas y lo utilizas para dar un poco más de ti. Y terminas ganando el partido.
Ocurre también al revés: cuando asumes que lo tienes todo y que has alcanzado todas tus metas, te adormeces y atontas un poco. Como una intoxicación por monóxido de carbono: una muerte tranquila.
Seguro que habrás oído alguna vez lo de la rana y el agua caliente. Pero te lo recuerdo igualmente: si echas una rana a un recipiente lleno de agua muy caliente, lo más probable es que la rana salga huyendo enseguida al percibir dolor; sin embargo, si pusiéramos la rana en el mismo recipiente con agua tibia se quedará y, si aumentamos gradualmente la temperatura del agua, la rana terminará muriendo: se ha ido acostumbrando y no ha notado el dolor para huir.
Nos acostumbramos con mucha facilidad y aceptamos “un poquito más” con demasiada resignación.
Pero, si tienes un talento y has pasado por una mala experiencia, no te resignes sin más y sigue “jugándotela”. A pesar del dolor. O gracias a la incomodidad causada.
Por último, no te quedes el resultado de tu talento para ti. Compártelo con el mundo. La interacción y la conexión con el resto del mundo es necesario. Y la fuente de las críticas. Con lo que estamos cerrando el círculo.
Las críticas son muy útiles si se toman de una forma tranquila y teniendo en cuenta de que se trata de una subjetividad. Con la valentía para dar un paso al frente e insistir en nuestra idea.
Si tan sólo a una persona le merece la vida aquello que tú haces, habrá merecido la pena y el dolor. Sólo UNA persona.
Será un placer acompañarte desde la Tribu “INVIVEN”. Recuerda que, si no quieres conformarte con las migajas, puedes matricularte en la formación online “INVIVEN “(Instructores de Vivencias en Positivo) que cuenta con el aval de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.
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