Instructores de vivencias en positivo
Hoy te quiero proponen cinco ejercicios para evitar que tu lengua te haga la vida imposible a causa de su descontrol.
Menos quejas y más gracias. ¿Cuántas veces escuchas a alguien, incluso a ti mismo, quejándose por todo? Cada vez que te quejas, se produce un anclaje negativo en tu cerebro. Recuerda que, cada vez que se produce una de estas situaciones negativas, vamos a necesitar 21 positivas para contrarrestarlo.
¿Qué te parece si dejas de quejarte y buscas soluciones como alternativa? Dando las gracias, por supuesto.
Menos consejos a los demás y más ejemplo. Muchos de ellos ni tú mismo los cumples. Y la mayoría de las veces ni siquiera te los pidieron.
Reconozco que a mi me cuesta frenarme y no dar consejos (el hábito de terapeuta me acompaña siempre). A mí me sirve pensar primero si el consejo es solicitado o no; luego, pienso en quién será más feliz, en caso de que el deseo sea aceptado.
Si el consejo no ha sido pedido, y yo tengo más ganas que la otra persona de que lo siga, deduzco que no debo expresarlo.
Es posible que conozcas a alguna persona que no para de dar consejos a doquier y que, luego, no da ejemplo con su conducta, sino que todo lo contrario.
Menos cotilleo. Vivimos en un país donde el cotilleo vende. Y mucho. Por este motivo, nos va a costar mucho evitar ejercerlo. La pregunta que debemos plantearnos para diferenciar un cotilleo de una anécdota es si existe morbo en su contenido. Ten una actitud más sana.
Menos “ogros matasueños”. Seguro que alguna vez hemos tenido una idea que nos parecía buenísima y, al contárselo a otra persona llenos de ilusión, nos ha dejado la moral por los suelos.
“No lo vas a lograr”; “es imposible”; “eso no se puede hacer” son las frases favoritas de estos ogros.
Como sabes lo que se siente cuando te destruyen un sueño, te invito a que no actuemos como tal. Si lo que quieres es evitar que alguien pase por lo que tú ya has pasado y cuentas con una experiencia de primera mano, lo que debes hacer es elogiar primero a esa persona por su atrevimiento y empuje. Luego, ya podrás explicarle lo que te pasó.
Menos esconderse y más dar la cara. Si, a pesar de todo lo que te he contado hasta ahora, no quieres seguir mis propuestas, ten al menos la valentía de dar la cara.
Seguramente, lo que te molesta de esta situación, sea el homólogo de lo que no quieres ver en ti mismo, algo que te molesta de ti mismo. Ya te hablé sobre esto en otro episodio, te dejo el enlace: INVIVEN 1×19: Nadie puede hacerte daño si tú no quieres.
Por último, si dudas sobre lo que tiene que decir tu lengua o te cuesta controlarla, lo mejor es que guardes silencio. Una palabra no pronunciada se puede pronunciar más adelante. Sin embargo, la que ya has pronunciado no se podrá desdecir.
Será un placer acompañarte desde la Tribu “INVIVEN”. Recuerda que, si no quieres conformarte con las migajas, puedes matricularte en la formación online “INVIVEN “(Instructores de Vivencias en Positivo) que cuenta con el aval de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.
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También en el podcast “Lo que siempre quisiste saber”, donde hablamos de sexo y de relaciones de pareja sin pelos en la lengua.
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