Inviven

¿Qué he hecho yo para que me pase esto a mí?

Cuando las cosas no funcionan como quieres y te encuentras como dando vueltas al círculo vicioso de un problema, es frecuente que te hagas esta pregunta. 

Entras en un bucle a la hora de utilizar las mismas partículas interrogativas; “¿por qué?”, te repites, como si fuese una especie de mantra que te ayudará a encontrar una respuesta. Pero no termina siendo así.

LA ACTITUD MÁS CORRECTA

Y te cuento un secreto: por mucho que busques, no vas a encontrar una respuesta suficientemente buena a los “por qués” de tus problemas.

Todos atravesamos malas rachas en nuestras vidas, es lo más habitual. Y muchas veces, la mala racha se termina en el momento en que se acepta el problema y se deja de preguntar por sus motivos.

Es una cuestión de actitud, como otras tantas veces te he comentado: no es tanto el problema y sus dimensiones, como las emociones que se despiertan y cómo se manejan dichas emociones.

Y cuando te digo “aceptar” la situación no me estoy refiriendo a una mera resignación o bajada de brazos sino a una asunción tranquila que te permita ponga en un estado que te permitirá buscar la mejor solución posible.

Con la actitud correcta, aunque no vas a lograr que los problemas desaparezcan, podrás conseguir minimizarlos lo suficiente para afrontarlo con otra emoción.

LA EMOCIÓN ES LA CLAVE 

Y, gracias a esa emoción más positiva, vas a poder ver más allá de lo que te dejaba ver la anterior emoción negativa de rabia y conmiseración. Vas a poder ver soluciones distintas que antes no veías.

Al final, todos los problemas y situaciones negativas terminan pasando de largo. Pero va a depender mucho de tu actitud a la hora de afrontarlos. 

Los “por qués” no te van a servir de nada y no te van a dejar ver las soluciones que están ahí pero que precisan de una actitud positiva para que se hagan visibles.

Una actitud positiva es la de aquel que ve los problemas como oportunidades para afilar sus fortalezas y depurar sus debilidades.

No te quedes en los “por qués”, acepta las situaciones sin resignación y haz un valioso aprendizaje para el futuro.