Inviven

…ganar no.

Pero merecerlo siempre va a depender de ti. Puedes dar todo de ti en cualquier situación. Sin embargo, hay otro equipo enfrente, o existen circunstancias en la vida, que pueden hacer que no ganes. También el azar interviene en ocasiones para negarte lo merecido.

Si has dado todo de ti puedes tener la conciencia tranquila porque no has hecho nada malo.

MERECER GANAR Y GANAR

Pero, míralo desde el otro punto de vista: aunque, no siempre que te lo merezcas vas a ganar, sólo vas a ganar si te lo mereces. 

Si te quedas en el banquillo y no pones nada de tu parte, no vas a conseguirlo nunca. No existe una suerte de tales dimensiones para obrar ese milagro.

Tienes que lucharlo, ir a por todas, merecerlo y ganarlo.

Luego, si por lo que sea, no consigues ganar, llegará la rabia y la frustración. Son emociones lógicas. Sin embargo, puedes decidir ir más allá y aprender algo de la derrota. 

APRENDER DE PERDER

Para, reflexiona, recalcula y haz los cambios necesarios para que la próxima vez las opciones de victoria sean mayores.

Ya sabes que el error es el mejor maestro.

ENTRENA DURO

Para merecer ganar un partido, también para alcanzar un éxito en tu vida, debes de haber entrenado antes.

El entrenamiento para adquirir y/o mejorar cualquier habilidad en la vida es algo imprescindible. No vas a conseguirlo por ciencia infusa sino que te lo tienes que ganar a pulso currando mucho.

Depende sólo de ti. Nadie va a poder hacerlo por ti.

Debes prepararte lo mejor que puedas en todos los aspectos a tu alcance. Para que, cuando llegues al partido, puedas dar todo lo que llevas trabajado de antes.

Y sabrás entonces en tu fuero interno que lo has dado todo y que te mereces la victoria. Que luego esa victoria llegue o no va a depender también de otros factores pero tú habrás hecho todo lo que has podido y puedes tener el orgullo bien alto.

Los resultados, cuando uno lo da todo y se los merece, terminan por llegar. Puede que tarden un poco más de lo deseado, eso es cierto. Pero llegan.