Instructores de vivencias en positivo
Terminar las cosas que se empiezan no es tan sencillo como te parecía cuando te planteabas empezarlas.
Arrancar un proyecto es algo que ilusiona y por eso resulta tan sencillo; sin embargo, finalizar lo empezado…eso ya es otra historia.
Cuando dejas las cosas a medias tienes una sensación de frustración que es muy incómoda. Aparte de que, si no acabas algo, te quedas sin nada: tener media carrera de Medicina no te va a servir para nada, por ejemplo.
Las cosas que no se terminan empiezan a acumularse en tu cabeza formando listas interminables de cosas por hacer. Y, cuando le echas un vistazo a ese listado sin fin, se te quitan las ganas de hacer cualquier cosa de golpe.
Si piensas que no tienes tantas cosas por hacer, te reto a que lo pongas por escrito para demostrarte que no es así. Algunas pueden llevar varios años aparcadas en la lista sin que hayas hecho nada.
En este punto hay que hacer una distinción fundamental: por un lado, debes de hacer un esfuerzo por terminar todo lo que comiences; pero por otro, no todas las cosas que pienses en hacer deberás de comenzarlas. Ahí radica la clave: en decidir bien lo que vas a empezar y lo que no.
Las grandes ideas llegan con facilidad, no hay que esforzarse mucho porque trabajamos con las tripas más que con la razón: y eso hace que nos apetezca tenerlo conseguido ya.
El haber tenido varias experiencias de proyectos que no llegaron a puerto puede llevarte al punto de decidir no empezar nunca nada más sólo para evitar pasar por la decepción que supondrá añadir un proyecto más a la lista de “inacabados”.
Si tu idea es algo que ves de una manera muy clara cómo vas a ejecutarla, lo que deberías de hacer es dividir el proyecto en varias partes para convertir la meta final en pequeñas metas volantes a lo largo del camino.
Otra de las cosas que te pueden ayudar a conseguir los proyectos que te propongas realizar, es ponerle una fecha de arranque.
Los proyectos que no se arrancan en las siguientes 24 horas después de haberlos pensado, no van a llevarse a cabo.
No tiene que ser un paso grande, basta con uno pequeño, casi testimonial. Incluso valdría que escribieras una especie de compromiso en las redes sociales para sentirte “obligad@” a realizarlo.
¿Te acuerdas de los objetivos SMART? Específicos, medibles, alcanzables, retadores y temporales. Estas son las características que deberían tener tus proyectos. Y por eso debes de arrancar en las primeras 24 horas.
En caso contrario, vas a dar tiempo a la apatía, la pereza y la procrastinación para que te ataquen. Por no hablar de los fantasmas de las incertidumbres que pueden destrozar cualquier ilusión en la vida si los dejamos.
Da un primer paso cuando decidas emprender un proyecto. No tienes que terminarlo, ni mucho menos. No se trata de que des un gran paso, pero debes de empezar a andar antes de que tengas cualquier tentación de echarte atrás.
Si divides el camino en pasos pequeños, te va a resultar más sencillo empezar a caminarlo. Si te empeñas en verlo como un gran salto desde la salida hasta la meta, lo verás como algo imposible de conseguir y nunca tendrás las fuerzas necesarias para acometer dicho salto.
No pierdas oportunidades en la vida y arranca lo que te gusta y te apasiona. No pongas excusas porque es parte de tu misión. Y eso es inaplazable.
Todos los días de tu vida cuentan; no se trata de que cuentes los días que van pasando.
Te propongo que hagas el listado del que te hablaba antes: escribe TODAS las cosas que tienes por hacer, hasta las más pequeñas; no te dejes ninguna en el tintero.
Después valora qué cosas de esa lista ya no deseas hacer: táchalas para que no aparezcan más en tu listado de cosas por hacer. Dejarán de ocupar un espacio valioso.
De las cosas que mantengas dentro de la lista, valora cuáles son importantes y cuáles son urgentes.
Lo urgente hay que quitárselo de encima cuanto antes para que puedas atender a lo que consideras de verdad importante.
Tienes que llegar al punto en que sólo te dediques a las cosas que consideras importantes. Son las únicas que cuentan de verdad y nos van a permitir crecer.
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