Instructores de vivencias en positivo
No, no es que quiera que montes una granja, no me entiendas mal.
Las gallinas a las que me refiero son las que ponen huevos de oro. Es decir, fuentes alternativas de ingresos.
Así que hoy vamos a hablar de dinero. Con la intención de trascender su mala imagen: el vil metal, el único dios verdadero, todos los ricos son malos…nuevamente son creencias limitantes que están frenando tu desarrollo personal.
Vamos a empezar con conceptos básicos (quizás ya los conozcas pero no viene mal refrescarlos).
Los ingresos son el dinero que entra en tu bolsillo y puede provenir de distintas fuentes. Los gastos son el dinero que sale de tu bolsillo. ¿Bien?
De esta manera, un activo sería lo que te mete dinero en el bolsillo (te da ingresos) y un pasivo los que te saca dinero del bolsillo (te da gastos). Fácil hasta aquí, ¿no?
El problema viene porque desde pequeños nos enseñan que hay una única manera de conseguir ingresos, que es mediante tu sueldo. Y nos lo creímos a pies juntillas.
¿Cómo vamos a obtener esos ingresos? Mira, esto si que es importante. Fíjate que te estoy hablando todo el rato de hacer ingresos en plural. Debes de tener más de una fuente de ingresos en tu vida.
Fíjate lo que ha pasado ahora: teníamos una situación con una circunstancia externa no controlable y que nos ha mantenido en una situación de total incertidumbre.
Ha habido mucha gente que, por desgracia, de repente su empresa se ha ido a la mierda, han tenido que acometer un ERTE, les han pagado más tarde o no les han pagado y, como sólo tenían una única fuente de ingresos, han atravesado muchos problemas.
Uno no puede tener una única gallina que ponga huevos en casa. Porque, si de repente esa gallina enferma o se muere, ¿me puedes decir de qué vas a comer?
Estamos acostumbrados a cambiar nuestro tiempo por dinero. Vamos a nuestro trabajo X horas y nos pagan tantos euros. Son ingresos activos.
Imagínate por un momento y dime cómo te sentirías si, cuando te levantaras de la cama descubrieras que has ingresado 100 euros, 50 euros, 15 euros, 300 euros, la cantidad que sea. Mientras estabas durmiendo. No me digas que no es una pasada.
Bueno, pues se puede conseguir. Se llaman ingresos pasivos.
Hay distintos caminos para conseguir obtener ingresos pasivos, esos que consigues sin tener que cambiar directamente por tu tiempo y tu trabajo (bueno, un poco al principio, para ponerlo a rodar)
Puede ser que tengas un piso en alquiler y te genere un ingreso pasivo todos los meses; pueden ser los dividendos de las acciones de empresas que tengas, etc.
¿Qué pasa si no tienes un inmueble que alquilar o prefieras no invertir en bolsa? Bueno, ya te dije que hay muchos caminos.
Uno de ellos es hacerte afiliado.
Los afiliados son personas que se dedican a vender productos de terceros y obtienen un porcentaje de dicha venta.
En otros podcasts ya hemos hablado de ello. Por ejemplo, te recomiendo que escuches el café INVIVEN con José Manuel Vega. Te dejo el enlace: Café INVIVEN 1×15. José Manuel Vega y por qué todos somos vendedores.
En el tema de los afiliados es importante la noción de valor. ¿A qué me refiero? A que el afiliado sabe que el producto o servicio que vende, va a aportar un valor a la persona que lo compra y a que le va a aportar un valor (económico) al propio afiliado.
Yo misma estoy creando mi red de afiliados para vender mis formaciones online. Te lo digo porque tal vez quieras tener otra gallina de huevos de oro. En ese caso, ponte en contacto conmigo: rosa@rosamontana.com
Lo hago porque estoy convencida del valor de las formaciones y quiero que puedan llegar a más gente y tener la oportunidad de ayudarles a implementar un cambio en sus vidas y acompañarlos en su desarrollo personal.
¿Qué te parece si tú, no sólo te quedas escuchándome y pasas a la acción? De esta manera podrás tener la enorme satisfacción de aportar valor a las personas de tu entorno que lo necesiten.
Si quieres pasar a la acción sólo me tienes que escribir diciendo: “oye Rosa, quiero conseguir gallinas de huevos de oro”. Para mí será un placer que tú puedas conseguir ser mi afiliado/afiliada y te explicaré cómo funciona y los pasos que dar a continuación.
Te preguntarás si es algo sencillo. La respuesta tiene que ser “depende”. Tendrás que formarte y estudiar; pero, sobre todo, deberás confiar en ti. Esa confianza se la transmitirás a otras personas. Y recuerda que una venta se realiza más fácilmente desde la confianza.
Yo estoy convencida que en este mundo podemos conseguir cambiar todo aquello que queramos si aportamos valor. Elige el ingreso pasivo que más se adapte a tus características pero no te limites a tener sólo una fuente de ingresos.
Te quiero recomendar a un autor: Raimon Samsó. Y dos de sus muchos libros: “El código del dinero” e “Imperio digital”.
Raimon nos cuenta que no podemos depender de “papá Estado” porque la hucha se está agotando. Y no quiero que te posiciones desde el victimismo, sino que asumas tu responsabilidad en lo que respecta a tu futuro financiero.
Si acumulas fuentes de ingresos pasivos (sean éstos los que sean), podrás afrontar el incierto futuro económico en mejor disposición y obtendrás la satisfacción de aportar valor al resto del mundo. Que no es moco de pavo.
No me digas que tú no tienes nada que aportar porque no es cierto. Es otra excusa más que te pones, otra creencia que te limita seguir creciendo. El mundo necesita que aportes lo que has venido a aportar.
Los datos muestran que en España cada persona lee de media un libro y medio al año. Me parece una cifra bajísima. Pienso: con lo que leo yo y mis allegados, ¿cuántas personas habrá que no lean absolutamente nada para conseguir esa media?
Mediante la lectura te aprovechas de la experiencia de al menos diez años de otra persona que ya lo ha hecho y que se ha tomado la molestia de ponerlo por escrito.
Si, por ejemplo, te lees cinco libros sobre un tema, te conviertes en un experto porque ya sabes mucho más que la media.
Y siendo un experto puedes empezar a aportar valor al mundo y a que se te remunere por ello. Todo el mundo tiene un maestro dentro.
Tienes mucho que aportar. Si alguna vez te han dicho que tú no vales o que no sabes lo suficiente, lo que has hecho es tragarte “el síndrome del impostor”.
¿Sabes cómo se resuelve? Pasando a la acción; utilizando lo que José Antonio Marina denomina “inteligencia ejecutiva” en su libro homónimo.
Cuando utilizas esa inteligencia ejecutiva, y pasas a la acción, te das cuenta de que, según vas aprendiendo de tus errores, el síndrome del impostor se va haciendo más pequeño.
Es tu turno,. Deja que quejarte y plantéate algo diferente: busca otras gallinas de huevos de oro. Puede ser haciéndote afiliad@ o mediante otras opciones. Así que busca, infórmate, valora y, sobre todo, no te quedes sólo con una gallina de los huevos de oro porque, como se muera, puedes verte totalmente ahogado y eso sí que no mola absolutamente nada.
Será un placer acompañarte desde la Tribu “INVIVEN”. Recuerda que, si no quieres conformarte con las migajas, puedes matricularte en la formación online “INVIVEN “(Instructores de Vivencias en Positivo) que cuenta con el aval de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.
Muchísimas gracias por estar ahí. Si te ha gustado, me encantará que des al “me gusta” y que te suscribas al canal para que no te pierdas ninguna novedad.
Muchas gracias por compartir y recomendar este podcast y nuestras formaciones a todos aquellos a quienes creas que puede ayudarles.
No olvides que puedes encontrarme en www.rosamontana.com o en rosa@rosamontana.com
Y no te olvides pasarte por la Academia Rosa Montaña: mi portal de formación online donde encontrarás lo que necesitas para actualizarte hasta tu mejor versión en tu desarrollo personal y de pareja.
También en el podcast “Lo que siempre quisiste saber”, donde hablamos de sexo y de relaciones de pareja sin pelos en la lengua.
Muchas gracias.