Instructores de vivencias en positivo
Nadie ha pitado el final del partido de tu vida.
En ocasiones nos encontramos como espectadores porque no nos apetece salir al campo a jugar. Nos sentamos a ver qué es lo que los demás deciden que tiene que pasar con nuestra vida.
Cuando eres espectador puedes sufrir más o menos por lo que sucede pero no te hacen placajes, ni faltas. En definitiva: no te suceden cosas.
En cambio, cuando en vez de quedarte como espectador de tus propias pasiones, empiezas a formar parte del equipo, sientes ese cosquilleo y esas mariposas que vuelan dentro de ti.
Quiero seguir utilizando esta metáfora deportiva. Y es que el partido de tu vida, cuando el árbitro coge el silbato y pita, todo termina y nadie te dice que vayas a poder jugar una prórroga.
Retrocedamos un poco en el tiempo:
El partido comienza cuando tú estás en paritorio y empiezas a llorar. En estos primeros minutos del partido todavía no eres consciente del mismo, estás empezando a calentar en la banda.
Cuando llegas a ser un adolescente, y más en tu etapa adulta, debes comenzar a tomar tus propias decisiones en el partido. Ya no son las decisiones que han decidido tus padres por ti.
En ese momento debes decidir si asumes o no tus propias responsabilidades. Si no lo haces, pasarás a ser simplemente un espectador de tu vida. Pero, en el momento en que tú te responsabilizas de tu vida, las cosas cambian y empiezas a formar parte del equipo.
Hay ocasiones en las que lo único que haces es intentar formar parte del equipo, pero sólo lo intentas. No se consiguen las cosas que sólo se intentan. No es posible.
Si lo haces y no lo intentas, puede que no consigas los resultados que te propones pero eso no significa que no hayas jugado. Si has entrenado y lo has dado todo en el partido, no intentaste nada, lo hiciste. Quédate con esta frase: “mejor hecho que perfecto”; porque a menudo buscamos tanto la perfección en nuestras vidas, que se nos olvida que tenemos un partido que jugar.
Sólo que evidentemente la vida tiene circunstancias (nuestros rivales en el partido) que nos pueden hacer tropezar y caer.
¿Cómo podemos entrenarnos en la vida? Podemos hacerlo con formaciones presenciales, realizando cursos online y leyendo muchos libros o escuchando a otras personas (por ejemplo, un podcast).
Tienes que decidir qué tipo de información quieres tener dentro de tu cabeza y no dejarlo al azar.
Hay un momento en el que, después de haber entrenado duro, te convocan para un partido. Ahí es cuando tienes que darlo todo.
Puede que digas que te da miedo fracasar. Estoy segura de que lo que te da miedo es conseguir el éxito. Porque, cuando ganas un partido, surgen las expectativas de ganar el siguiente. Y así sucesivamente.
¿Cuántas veces, tras conseguir un éxito en tu vida, te has dicho que quieres más pero te invade el miedo?
En el fracaso ya te encuentras. Si te quedas en el banquillo del partido, ya has perdido. Pero, si sales al terreno del juego tienes todas las opciones de ganar.
Al final el resultado no es lo importante, siento decírtelo. A veces, el marcador indica que has ganado pero te sientes un gran perdedor; en cambio, hay momentos en los que el marcador está en tu contra pero, cuando lo has dado todo y has jugado a la excelencia, sientes que lo hiciste de puta madre.
En esos momentos te sientes enorme: has luchado por lo que tú querías, por tu pasión, por lo que te palpitaba dentro de ti y no en base de las creencias de los demás.
Yo sé que puede haber mucha gente fuera que te critique. De hecho, los que se quedan de espectadores te pueden aplaudir pero también te van a abuchear.
Recuerda siempre que no están hablando de ti. Sólo tú puedes hablar de ti mism@.
A mi me gustan mucho las películas del fútbol americano porque me parecen una magnífica metáfora de lo que es la vida: recibes muchísimos golpes y va a depender sólo de ti quedarte en el suelo o decidir que sólo te van a sacar en camilla del campo porque tú no vas a abandonar.
Es una forma de mostrar tu vulnerabilidad y tu resiliencia. Y lo mejor es que no juegas solo sino que tienes a un equipo a tu lado.
Fíjate bien en las personas que deciden estar cerca de ti para blocar a tus rivales cuando te toque correr con el balón. Puede ser tu pareja, tus padres, algún amigo…son personas que se ocupan de parte de tus responsabilidades para que puedas seguir persiguiendo tus sueños.
Habrá momentos en los que será complicado: habrá mucho barro, habrá lluvia o un calor tremendo.
En esos momentos se puede distinguir a aquellos que realmente apuestan por su vida de aquellos que han decidido no hacer absolutamente nada.
¿En qué momento de tu partido te encuentras?
¿Eres un espectador más, te encuentras a la defensiva porque te han hecho daño y lo único que quieres es evitar todos los golpes sin pensar en atacar?
¿O estás desplegando tu táctica de ataque y quieres luchar por tu vida?
Tienes todo el derecho a caer y quedarte en el suelo, no pasa nada. Yo no voy a ser la que te juzgue. Posiblemente seas tu juez más severo. Pero, en vez de martirizarte, ¿por qué no empiezas a decirte que no pasa nada por perder un partido?
En lo que consiste en realidad la vida es en que, cada vez que te caigas al suelo, seas capaz de levantarte, mirar con una sonrisa, encajar los golpes y los moratones y pedir ayuda.
Nos hemos acostumbrado tanto a parecer débiles si nos mostramos vulnerables, que nos hemos olvidado que nos pueden ayudar.
Si necesitas ayuda, pídela. Puede ser que necesites terapia, formación o lo que sea. Pero busca a alguien que te sepa ayudar.
Si no encuentras a nadie, sabes que tienes mi correo electrónico: rosa@rosamontana.com. Escríbeme, pero no te quedes simplemente como espectador. Porque llegará un momento en que el árbitro pite el final del partido y te vas a arrepentir.
Me da igual la edad que tengas. Tu partido sigue en juego así que no mires para atrás lamentándote el no habértelo planteado antes.
La vida es ahora y sólo tú tienes derecho a jugar tu partido. No tu pareja, tus padres ni tus amigos. Decide qué partido quieres jugar y atrévete.
Sal al campo de batalla con una única idea y un único objetivo independientemente de cuál sea el resultado. Se sale al campo a ganar y a darlo absolutamente todo.
Reflexiona si realmente estás jugando el partido que te gustaría jugar. Porque, si no es así, es el momento de pedir un tiempo muerto. Habla con tu entrenador, con un líder, con un coach, con un terapeuta…con quien necesites.
Sé que nadie nos enseña nunca a crecer desde el desarrollo personal, que trabajamos muy poco lo emocional.
Yo estaré encantada de poder ayudarte. Debajo te dejo unos enlaces si quieres empezar a ponerte las pilas.
Porque partidos en la liga puede haber muchos. Pero sólo tienes una vida: la tuya.
Será un placer acompañarte desde la Tribu “INVIVEN”. Recuerda que, si no quieres conformarte con las migajas, puedes matricularte en la formación online “INVIVEN “(Instructores de Vivencias en Positivo) que cuenta con el aval de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.
Muchísimas gracias por estar ahí. Si te ha gustado, me encantará que des al “me gusta” y que te suscribas al canal para que no te pierdas ninguna novedad.
Muchas gracias por compartir y recomendar este podcast y nuestras formaciones a todos aquellos a quienes creas que puede ayudarles.
No olvides que puedes encontrarme en www.rosamontana.com o en rosa@rosamontana.com
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También en el podcast “Lo que siempre quisiste saber”, donde hablamos de sexo y de relaciones de pareja sin pelos en la lengua.
Muchas gracias.