Instructores de vivencias en positivo
¿Has tenido alguna vez la sensación de ir “como pollo sin cabeza”, de ir a doscientos por hora sin saber hacia dónde?
Esto puede ocurrir cuando no tienes claros tus objetivos y vas dando “palos de ciego” y sin un rumbo definido.
Cuando te pasa algo parecido, terminas el día acumulando un cansancio extremo pero teniendo la sensación de que no has hecho nada. Porque eran cosas que no te importaban.
La clave está en diferenciar las cosas que haces: entre las que haces porque quieres y te llenan; y las que haces porque otros quieren que las hagas.
Los primeros días de cada año son muy propicios para proponerse cosas nuevas y eso está bien.
El problema es que solemos plantearlos de una forma demasiado generalizada. Ya te he hablado en otras ocasiones de los objetivos SMART: específicos, medibles, alcanzables, retadores y temporales. Te dejo un enlace a un episodio en el que hablo de ellos: INVIVEN 057. El hábito de empezar y terminar.
Sin embargo, que escribas tus objetivos SMART tampoco va a ser suficiente. Está muy bien que lo hagas pero sólo por ponerlos por escrito no vas a conseguirlos.
No sólo vamos a necesitar motivación interna para obtener los objetivos deseados, sino que en ocasiones deberemos de comprobar si esos objetivos pueden ser alcanzables.
¿Cómo? Comprobando que alcanzamos pequeñas metas intermedias y celebrando su consecución.
Aunque tus objetivos deben de ser tuyos, en ocasiones contarlos a los demás puede ser de ayuda. No en modo “postureo”, que no sirve para nada; sino como una asunción de un compromiso contigo misma, que es más fuerte si se hace público de alguna manera.
Cuando le cuentas a otra persona tus objetivos, de una manera que parezca que ya es una realidad, te va a resultar más fácil alcanzarlos.
Contar con la ayuda de un mentor o de un coach te va a facilitar esta tarea, ya que tienes que dar cuenta de tus compromisos adquiridos y de tus objetivos a otra persona.
Cuando me planteé escribir “Yo no quiero ser infeliz”, me pasó algo parecido: en el pasado había empezado a escribir sobre otras cosas, pero nunca había cuajado. Esta vez, con la ayuda de las personas adecuadas logré mi objetivo.
Expuse mi objetivo con fecha concreta a otras personas para que mi motivación aumentara. Y, en lugar de ir como pollo sin cabeza, me centré en ver el siguiente pequeño paso que tenía que dar.
Lo que te quiero decir es que, sea cual sea tus objetivo, compártelo a otras personas. El hecho de exponerte, contarlo y confrontarlo te va a ayudar a visualizarlo mejor y le vas a decir a tu cerebro que vas a poder conseguirlo.
Luego, sólo consiste en hacerlo. Sabiendo que tienes personas detrás que te van a “empujar” porque lo compartiste con ellas.
Recuerda que no consiste en tener sueños, consiste en ser capaz de perseguirlos (te dejo otro enlace por si no te acuerdas: INVIVEN 115. Tener sueños o perseguir sueños, esa es la cuestión).
Será un placer acompañarte desde la Tribu “INVIVEN”. Recuerda que, si no quieres conformarte con las migajas, puedes matricularte en la formación online “INVIVEN “(Instructores de Vivencias en Positivo) que cuenta con el aval de la Universidad Europea Miguel de Cervantes.
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