Inviven

Si pudiera darte un consejo acerca de lo que he aprendido a lo largo de mi vida es que no pierdas ni una sóla de las oportunidades que te ofrezca la vida.

EL TREN DE TU OPORTUNIDAD

Porque una oportunidad es algo que sucede cuando se dan unas determinadas condiciones. Y no sabes realmente si esas condiciones volverán a repetirse.

Las oportunidades no te caen desde el cielo sino que debes de buscarlas tú. 

Lo que ocurre es que, ante una misma situación o circunstancia vital, algunas personas sólo verán amenazas mientras que otras personas serán capaces de vislumbrar magníficas oportunidades.

Ante la misma circunstancia, por ejemplo un día de lluvia, unas personas pueden ver arruinados sus planes mientras que otras verán la oportunidad de saltar en los charcos y pasar un rato divertido.

La actitud lo cambia todo. Vivimos un momento lleno de oportunidades…si sabemos escucharlas y verlas.

Las necesidades van a seguir existiendo siempre. Y allí donde hay una necesidad para alguien, existe una oportunidad.

De hecho, en japonés, oportunidad y crisis comparten el mismo vocablo.

MISIÓN Y VISIÓN

¿Cómo hacer un cambio de actitud?, ¿cómo realizar un cambio en la visión de tu proyecto vital a cinco o diez años vista sin cambiar tu misión?

Y es que visión y misión no es lo mismo. 

La misión es el valor que quieres aportar en la vida y lo que quieres lograr en ella.

La visión es la manera como vas a lograr conseguir esa misión. Los “cómos”. Por lo tanto, la visión puede modificarse manteniendo la misma misión porque hay diferentes caminos para llegar al mismo destino.

En su momento ya te hablé sobre el “ikigai”. Te dejo el enlace para que refresques el concepto:  INVIVEN 025. ¿Qué te preguntaban los griegos al morir?

Cuando no sepas muy bien cuál es tu misión en la vida, te aconsejaría que no pensaras en términos económicos (que es lo más frecuente) sino en términos de valor y de pasión. 

Si algo te apasiona, ya se encontrará la manera de monetizarlo. Pero si haces algo sin pasión, sólo por dinero, terminarás cansándote enseguida. O, si no, ¿cuánta gente conoces “quemada” en su puesto de trabajo?

Hay una especie de ley no escrita que reza que “si aportas valor, el dinero vendrá”. Por lo que hay que enfocarse en el valor y no en el dinero.

TENACIDAD Y ATREVIMIENTO

Otra de las condiciones necesarias a la hora de aprovechar una oportunidad y alcanzar tu misión es que pierdas el miedo al éxito. Tienes que atreverte a darlo todo independientemente del resultado obtenido.

La constancia es otra de las claves en este asunto. Hay que insistir cada día a pesar de que el desánimo o la tentación de dejarlo nos asalte. Sin que lo que digan los demás nos afecte.

Una de las diferencias entre las personas que consiguen lo que se proponen y las que no, reside en la capacidad de vencer el síndrome del impostor que a todos nos afecta de una u otra manera. 

Avanzar y pasar a la acción a pesar de estar sufriendo un ataque agudo de síndrome del impostor es lo que marca la diferencia.

Ser capaz de pasar a la acción a pesar de la vergüenza de no tenerlo todo perfecto, pero con la actitud de querer aprovechar cada oportunidad y de seguir en la senda de la mejora continua, es caminar por el camino hacia el éxito.