Inviven

Algunas personas son capaces de ver verdaderas oportunidades donde otras sólo ven crisis. Una de esas personas es Pablo Rodríguez Sierra.

Él es ingeniero de base pero emprendedor de vicio. Su especialidad consiste en convertir empresas pequeñas en grandes multinacionales. 

Su nueva locura es “Clinicorum” una clínica médica virtual. Todo un reto para el mundo en el que vivimos.

Hoy en día vivimos inmersos en una crisis muy genuina pero, en el fondo, da igual el origen de las crisis. En el fondo se trata de resolver problemas. Una oportunidad que nos “fuerza” a sacar lo mejor de nosotros mismos y nos convierte en una versión mejorada de lo que fuimos.

Entonces, si de las crisis, después de que haya pasado la tormenta y los días difíciles, se obtienen unos beneficios tan tangibles y valiosos, ¿por qué esperar a que llegue la siguiente para seguir creciendo?, ¿por qué no “provocarnos” la crisis nosotros mismos, forzar el desarrollo de esa versión mejorada de nosotros mismos?

Y para ser capaces de conseguirlo, es fundamental estimular nuestro cerebro exponiéndolo a la variedad y a los contrastes: al movimiento de las cosas. 

El movimiento, la evolución, es la clave. Si no hay evolución es que ya estás muerto. Y los muertos son aburridos. Por eso, estar aburrido en el mundo de hoy debe de ser una señal de alarma de que algo no funciona y debemos de cambiarlo.

El mundo que surja después de esta crisis global será distinto y nosotros debemos de adaptarnos a él y no al revés. Y la adaptación nos obliga a cambiar para aportar valor a este nuevo “nuevo mundo”.